En este momento, después de cambiar la plantilla de mi blog, he decido crear mi primer entrada del 2011.
Esta entrada la escribo a un lado de mi cama, con la familia aun en pijama disfrutando de este inicio de año.
Es increible ver que lo más importante que tengo está contenido en esta habitación, donde estamos tres personas: Ale, Leo y yo. Estamos cómodos, confortables, calientitos y muy felices en esta la primer mañana del año.
Pensando un poco y con la ayuda de mi adorada esposa, me doy cuenta que en estas páginas he escrito de casi todos los temas y eventos que han dado forma a mi vida y a lo que soy, excepto uno: el matrimonio.
Resulta que ahora mismo no imagino mi vida de otra forma que no sea de otra forma que compartiendo todo con Ale, ella es y ha sido mi compañera en esta loca aventura que es la vida, ha estado conmigo en las situaciones buenas, en las malas y en las peores, me conoce y vive con mis excentricidades (no se si las acepte). Ella es la base de mi familia, la que nos hace fuertes y nos mantiene juntos y felices.
En lo personal, esta etapa de matrimonio ha sido complicada para mi, pues se trata de conocer, aceptar, asimilar e incorporar a otra persona a un estilo de vida, con lo que se genera una nueva forma de vivir. Esta transición no podría haberse realizado sin el apoyo que he recibido de mi esposa; se que a veces puedo ser una persona muy difícil para convivir, por lo que el reconocimiento a Ale es aún mayor.
No me imagina la vida de otra forma que con mi familia, con quienes quiero seguir construyendo historias y llenando el álbum de nuestras vidas con fotos juntos e increibles.
Te amo, Ale. Gracias por todo.
